
Nuestra
historia

Algunos sueños comienzan con una pasión compartida. Para nosotros, dos primos, Bence y Edward Nieland, todo empezó con grandes conversaciones alrededor de una buena copa de vino. Más que una bebida, el vino simbolizaba conexión, tradición y los momentos especiales de la vida.
Lo que empezó como una simple idea pronto se convirtió en una visión: ¿por qué no crear nuestro propio vino? Un vino que refleje nuestros valores, nuestro vínculo y nuestra ambición de crear algo duradero.
Nuestro objetivo es elaborar vinos que no solo sean de calidad excepcional, sino que también transmitan calidez y unión. Cada botella cuenta una historia, la nuestra y la de quienes se reúnen para celebrar la vida.
Este viaje acaba de empezar y, con dedicación y pasión, estamos construyendo un legado que esperamos podáis saborear en cada copa.
¡Brindemos por los sueños hechos realidad!
Bence y Edward Nieland